Un baño relajante

Ya pasaba de la hora del toque de queda, pero a mi no me gustaba a catar las reglas. Había terminado lleno de lodo, pues en uno de mis intentos por escapar del seminario termine cayendo en un charco de lodo, como no hay baños en las habitaciones, termino por mejor relajarme en una de las tinas del baño, me empezaba a quitar la ropa sucia, pero sentía la mirada de alguien, pero no tomo atención y me meto en la tina, el agua era perfecta solo quedaba relajarme, pero sentía esa mirada penetrante.

Me toca hacer la ronda para comprobar que todo, y en especial todos, este en su lugar, pero como de costumbre hay alguien que no se encuentra donde debería de estar. No me sorprende este hecho, pues siempre aparece algún mocoso al que le da igual si las reglas existen o no o si están para acatarse o simplemente para adorno pues no le hacen el más mínimo caso; de todas formas me sorprende bastante esto, especialmente por parte de quienes ya han sido castigados con anterioridad, comienzo a pensar que lo que instruímos aquí son masoquistas y no seminaristas.

-¿Estás a gusto?- pregunto recostado a la pared, cruzado de brazos con uno de mis pies apoyado en la misma mientras observo al niño que se encuentra en la tina.

Estaba disfrutando de mi estancia en la tina cuando uno de los mentores hizo su aparición.

Pues, con esa mirada y actitud, ya no estoy tan a gusto

Digo de manera cortante y simple.

No gusta de un baño, tal vez se le quite lo malhumorado.

La manera sarcastica en la que habla, no le estaba gustando al mentor.

-Pues lamento mucho joven no estar derrochando felicidad al verle ignorar las reglas de este seminario- respondo con el mismo tono con el que él habla, solo que la molestia en mi voz es imposible pasar desapercivida.

Me acerco a la tina con paso lento, seguro, bajo su mirada, y comienzo a deshacerme de mis ropas, ingresando a la tina a su ldo, que aunque el espacio no es demasiado alcanza para los dos.

-Sabes que el hecho de incumplir una regla, más algo tan importante como lo es el toque de queda, amerita un castigo, ¿verdad?- mientras hablo una de mis manos se dirige a su mejila para acariciarla.

El mentor se dirige a la tina y empieza a desvestirse frente mio, no estaba nada mal, era un cuerpo bien formado, ne notaba la musculatura, a pesar de ser un mentor, se veía que hacia ejercicio.
Entra junto conmigo a la tina y a pesar de que no es un espacio muy grande el mentor lograba acomodarse.

Para mi las reglas existen para romperse, ademas los castigos no me dan miedo.

El toque de su mano en mi mejilla, solo hace que haga mi rostro a un lado, no se notaba pero me ponia nervisoso.

-¿Ah, no? Pues yo cambiaré eso mocoso, aprenderás que las reglas se hacen para respetarse-me acerco a su rostro, el cual hasta hace segundos estaba volteado, y lo beso, ejerciendo presión con mi lengua en sus labios para ingresarla en su cavidad, recorriendo cada rincón de la misma, saboreándola con disfrute.

-A ver que más sabes hacer con esa boquita- digo relamiéndome luego de cortar el beso para acomodarme en la tina, tentándolo a que se acerque- ¿Y bien? ¿Qué esperas? Te recomiendo comenzar pronto.

El mentor se acerca a mi rostro, propinandome un beso, trato de mantener la boca cerrada, pero esa presión en mi boca impedia que la mantuviera cerrada, podia sentir su lengua recorrer mi boca, trataba de poner resistencia pero no podia. Poco despues el mentor rompe el beso, mi respiración estaba aumentada.

Empezar con que, que esta tratando de decirme?

En ese momento, solo queria salir de ahí, estaba completamente nervioso y el acto del mentor me hacia pensar que este seminario era en verdad algo mas. Me apoyo en la orilla de la tina tratando de levantarme.

Mi disgusto es más que notorio al ver la poca cooperación del chico; y crece al ver que se apoya en la tina para levantarse. Sin más lo tomo del brazo y lo halo, provocando que caiga sobre mi cuerpo, con su rostro a pocos centímetros del mío.

-Oh, creo que no entiendes pequeño, no te irás hasta que pages el precio por haber desobedecido- digo mientras observo sus ojos, dándole a entender que no estoy jugando y que voy en serio con todo esto- Empezar a chupármelo, lleva tu boquita hasta mi peñe y practícame la mejor felación de mi vida.

Siento como me jala del brazo, pierdo el equilibrio y termino encima del mentor quedando a centimetros de su rostro.
Su rostro denotaba disgusto y firmeza en voz, de verdad estaba hablando en serio respecto al castigo.
No crea que lo voy hacer, no lo haré.
Me vuelvo a apoyar en la tina para levantarme, jamas había hecho algo por el estilo, y no terminaria a merced de ese mentor.

-Sigues sin comprender por lo que noto- nuevamente lo halo del brazo, esta vez afianzándolo para que no se me escape como la vez anterior, no intente hacerlo mejor dicho, teniéndole el mentón, quizás con demasiada fuerza, para que me vea directamente a los ojos- No te lo estoy pidiendo, te lo estoy ordenando, y por tu propio bien da lo mejor de tí.

Me siento en el borde de la tina, cerrando un poco los ojos ante el frío contacto contra mi piel, y acerco su rostro a mi miembro, ordenándole así que comience a hacer lo que dije antes, sin predispocisión a soportar otro berrinche por su parte.

Estaba en verdaderos problemas, jamas habia hecho lo que el mentor me pedía. El agarre por parte del mentor era firme y no me dejaría escapar tan facilmente, el mentor se sentaba a la orilla de la tina, podia ver su miembro que era de enormes proporciones, poco despues este sostenia mi cabeza para hacerla bajar hasta el, trataba de evitar el contacto con mi boca.

No quiero... decía

Pero la fuerza del otro era mayor, abri mi boca y trague todo el miembro, me daba nauceas, casi vomito, alejandome bruscamente y lastimando un poco aquel miembro.

Aprieto los ojos al sentir como se aleja de mi miembro de forma brusca, ráspando un poco al hacerlo. Sin más le doy un golpe en la mejilla, provocando que su rostro se gire ante el impacto, y lo veo más amenazante que antes, teniéndole nuevamente del mentón para que me vea a los ojos, por si las cosas no quedaron claras antes, algo que dudo.

-Escúchame bien mocoso, no estoy de humor para lidiar con niños como tú ni mucho menos, así que se bun chico y has lo que te digo- mientras hablo aprieto aún más el agarre a su mentón, dañándole un poco en el proceso- Te estoy dando la oportunidad de posponer lo peor, intenta no desperdiciarla, demuestra que no eres tan tonto como lo has estado siendo hasta ahora.

Cof cof...

Me habia dado mucha naucea, pero no esperaba un golpe en mi mejilla, solo puedo sobar mi mejilla y limpiar con el dorso de mi mano un hilillo de sangre que corria en la comisura de mi boca. Pero fui tomado de nueva cuenta por el mentón y el agarre era mas fuerte que el anterior, el cual termina lastimandome un poco.

Algo peor? que podra ser, una violación? Los mentores de este seminario son de lo peor no es asi?, prefieren el deseo carnal que ¨Salvar Almas Perdidas¨verdad?

Decía en tono de reto, que podria perder, su virginidad? o crear un truma, ya hera lo sificiente conciente de lo que podria pasar si no obedecia. Vuelvo a bajar la cabeza, tomo con la mano ese miembro y empiezo a introducirlo en mi boca empezando a mamar ese trozo de carne que se empezaba a poner duro cuando aumentaba el ritmo.

Sonrío de medio lado al escuchar el tono de voz que ese enano usa conmigo, pobre infeliz, parece que aún no ha entendido del todo en la posición en que se encuentra, no tiene idea de como puede salir de aquí si continúa con sus aires de niño rebelde que se banca la que venga; chicos como él me dan pena.

-Supongo que eres un poco más listo, solo te haces el tonto cuando te conviene; ese sería el castigo, es bueno, ustedes lo sufren y nosotros lo disfrutamos, además no pueden pedir por sus derechos en esta posición ya que las normas se les fueron entregadas más que claras cuando ingresaron y si se empeñan a incumplirlas deben ser castigados. Dios tendrá una forma de castigar a las "almas perdidas", esta es la nuestra.

La sonrisa de medio lado que porto se transforma en una complacida al ver como deja su rebeldía de lado y sumiso toma mi pene con su mano, introduciéndolo a su boca, probocando que mi cuerpo en el acto sea recorrido por una intensa corriente eléctrica.

-Mhhh... ¿ves? Ahh... Es mejor... colabo...rar mhhh...

*Algun dia saldre de aqui no pretendo convertirme en una de las tantas marionetas de este lugar*

Pensaba mientras seguia mamando ese miembro que apenas cabia en mi boca, escuchaba como se entrecortaban las palabras del otro cuando era tocado por mi boca, tenia que cooperar por lo menos con el, para que medejara rapido, tenia que hacer mi mayor esfuerzo y me soltara antes de que hiciera mas cosas con mi cuerpo.

Saco un poco el miembro del mentor y empiezo a lamer la punta recorriendo de arriba hacia a bajo con la lengua hasta pasar por sus testiculos, para que pudiera sentir mas placer. Vuelvo a tragar el miembro para aumentar el ritmo.

-Ahhh.... siii mhhh...- los gemidos escapan de mis labios sin freno, no se si poeda decir que el chico es excelente, pero de que es muy bueno no cabe duda alguna. El ritmo cada vez se vuelve más rápido, cada vez más delicioso, siento como dentro de poco llegaré al final, al igual que lo sentirá cuando se acerque. Lo tomo de la cabeza, hundiendo mi miembro en lo más profundo de su garganta para acabar en un profundo y ronco gemido, sin dejarle más remedio que tragar hasta la última gota de semen que sale de mi pene.

-Estuviste bien... cariño...- digo casi en un susurro, algo entrecortado, aún jadeante luego de tan exquisito éxtasis, quitando mi miembro de su interior. Me acerco a su rostro para besarlo, haciendo fuerza hasta conseguir adentrar mi lengua en su cavidad, recorriendo con extrema lujuria la totalidad de la boca, saboreando cada rincón de la misma.

Poco a poco sentia como el pene del mentorse endurecia mas,sabia que en algùn momento se correria, de pronto su mano hace que me hacerque mas a su miembro, teniendolo por completo en mi garganta, sentía como el semen invadia mi cavidad oral, no tenia mas remedio que tragarlo por completo, el mentor se retira, un tanto del semen escurria de mi boca.

aaah..aah.

Jadeaba despues de esa actividad. Me toma de mi cabeza y se acerca para darme un beso que profundizaba mucho recorriendo toda mi boca, me encontraba un poco cansado asì que no oponia resistencia alguna en ese beso.

Sonrío interiormente ante el estado del menor, ha perdido los aires de gallito que ledistinguían al principio, ahora es un simple corderito que se deja hacer a gusto y paladar del lobo, no participa pero tampoco opone resistencia alguna, se ve tan lindo e indefenso que hasta excitante llega a ser.

-Ahora corazón me darás algo más; tienes dos posibilidades, o portarte como debes o hacerte el difícil; si te comportas bien te trataré con algo de cariño, si te haces el difícil entonces te aseguro que lo sufrirás cielo.

Mi advertencia es más que clara; de él depende si lo disfrutará o no, en lo que respecta a mi da igual lo que desee después de todo no habrá nada que me impida gozar al poseer su cuerpo, pero él en cambio puede llegar a suufrirlo como nunca.

Me encontraba bastante cansado, aquella actividad y el esfuerzo que habia hecho para oponerme me habían fatigado en demasía. Al escuchar las palabras del mayor, me sorprendo sobre la advertencia, solo tenía dos opciones, pero en ambas terminaría herido y sufriría.

Cooperare, no puedo seguir defendiéndome mas, haré lo usted diga, pero no olvidare lo que me hizo y terminare odiándolo.

Ya no tenia fuerza alguna, me habia manipulado no podia escapar...

Lo observo ante su respuesta para luego comenzar a reír con ganas, que me va a odiar por lo que le haré; en primer lugar no es que sea algo que me importe mucho, y en segundo lugar él mismo se lo buscó, no fui yo quien lo sacó de su habitación, lugar en el que debería de estar, para traerlo hasta aquí con la idea de violarlo; si se encuentra en una situación como esta es solamente porque él se lo ha buscado.

-No me hagas reír mocoso, que hace mucho tiempo que no lo hago y me terminará doliendo el rostro- exclamo con sorna, teniendo con una de mis manos su mentón para asegurarme de que me mira y presta atención a lo que digo.

-Te encuentras en esta situación porque tú lo has deseado así pues sabes muy bien ya que se ha dejado claro desde el principio que quien desobedece las reglas de este seminario es castigado, ¿o qué pensabas? ¿que les explicaríamos mil veces como a críos de no más de tres años lo que está bien y lo que está mal? Si les soltamos la correa se nos escapan de las manos, la única forma de conservar el orden es sancionando a quien incumple las reglas con el fin de que aprendan que no deben hacerlo, pero parece que les gusta el dolor o sino no lo harían.

El mentor me sostiene con fuerza mi rostro, siento un poco de dolor por la forma en la que me sostiene, solo puedo verlo reír eufórico por las palabras que yo había dicho, después su gran sermón, sabia en lo que me metía cuando desobedecía las reglas, pero era parte de mi, nunca había seguido reglas, tal vez me lo merecía, pero siempre me defendía, solo que en esta ocasión la persona que tenía enfrente era mas fuerte que yo.

No me importa mucho el dolor que pase intentando salir de este lugar, se que algún día saldré de aquí pero no siendo un ¨padre¨ seré libre y ese objetivo nadie lo alejara de mi...

Le daba una mirada de reproche y enojo...

Sonrío de medio lado mientras lo escucho hablar; aun cree ue puede hacer lo que se le viene a la gana, pobre niño incauto, si hasta parecería un adorable pequeño de no ser tan creído, por suerte aquí sabemos como lidiar con los niños problema como él, demostrarle los castigos para ver si conseguimos hacerles entrar en razón, y si no, disfrutar al castigarlos, al sentirnos culpables no conseguimos nada así que más vale hacer lo posible por pasarla bien.

-Bien belleza, pero recuerda, del dicho al hecho hay mucho trecho; sigue soñando, quizás algún día lo consigas, pero ahora prepárate para conocer a tu Dios.

Apenas termino de decirlo acerco mi miembro nuevamente erecto a su entrada, ingresando de una sola vez en su interior, atrayéndolo por las caderas para insertarme aun más profundo, comenzando sin reparos a moverme, entrando y saliendo de su delicioso cuerpo, de su extremadamente estrecho ano.

El mentor solo reía, si es que al gesto que había hecho era una sonrisa, la cual denotaba lujuria, me acomoda haciendo que me incline, lo único que podía hacer era agarrar la orilla de la tina para que no cayera, en ese momento sin avisar el miembro del mentor desgarraba mi entrada, haciendo que gritara de dolor, la penetración fue tan brusca y rápida.

AAAAAAAHHH!!! Nooooo, me las tima, sáquelo... aaaaah

Las embestidas eran rápidas y certeras, me lastimaba, mi entrada era obviamente estrecha, unas cuantas lagrimas empezaban a rodar en mis mejillas.

No voy a gemir en voz alta, eso está claro, no pienso hacerle notar cuanto me gusta el estar haciendo lo que hago, pero ciertamente ganas de hacerlo no me faltan; su cuerpo sabe a gloria, demasiado como para obedecer su petición y detenerme, además ¿por qué habría de hacerlo? Se supone que esto es un castigo, ¿o no?

-¿Sacarlo? Creo que te estás confundiendo pequeño, no pienso dejarte hasta verme completamente satisfecho de ti, así que vete acostumbrando que tendrás que soportar un buen tiempo.

Sin poder evitarlo una sonrisa maliciosa se dibuja en mi rostro, el pensar que estará disponible para mí hasta que me aburra de él me provoca más morbo que cualquier otra cosa.

AAAAAAHHH!!! Basta ... pare por favor....

mis suplicas no eran escuchadas por el mentor, no me dejaria hasta satisfacer sus mas obscuros deseos conmigo, mas aún cuando se supone que era un castigo... mas castigo no podria ser, puesto que estaba siendo violado en un baño... la virginidad se habia ido por la basura... Mis lagrimas no paraban de salir... y las embestidas del mentor no cesaban... Solo podía esperar hasta que el otro terminara conmigo..