Noche de trabajo (Privado)

-Te lo mereces cariño- susurro subiendo a sus labios para besarlo mientras sigo moviendo tres de mis dedos en su interior, notando como de a poco comienza a relajarse hasta que llega al punto de, incluso, mover sus caderas al ritmo en que se mueven mis dedos en su interior- ¿Deseas más? Solo un momento más...

Continúo un par de minutos más, moviendo mis dedos en círculos para terminar de dilatarlo y luego retirarlos, acomodándome entre sus piernas y posicionando mi miembro en su entrada. Una de mis manos viaja a su rostro, acariciándolo con dulzura, algo bastante atípico en mí, pero no por eso me detengo en la acción.

-Relájate, seré extremadamente cuidadoso, pero relájate- advierto sonriendo levemente mientras muy lentamente me voy ingresando en su interior, así hasta tocar fondo- No me moveré hasta que me lo permitas- susurro apretando los ojos por la sensación que me invade al saberme en su interior, su más que estrecho interior.

Me dejo llevar por su beso, mientras no deja de mover esos tan placenteros dedos en mi interior, despues de un rato los saca y hago un leve gesto de protesta, noto que se acomoda entre mis piernas dirigiendo su miembro a mi entrada, dirige una mano a mi rostro acariciandolo, me siento raro ante ese gesto por parte de Kad, el nunca es así.

- a...aaa...ah!- me quejo abriendo los ojos y apretando los dientes, siento su miembro adentrarse poco a poco en mi, es doloroso... y algo molesto, respiro profundamente cuando llega al fondo, cerrando los ojos y respirando para que pase, mis manos estan aferradas al sofa, y poco a poco el dolor cede- esta bien... solo... esto es nuevo, sigue- le permito.

Observo su rostro luego de haber entrado por completo en él mientras continúo acariciándolo, como si eso sirviese de algo en este momento, pero de todos modos me agrada hacerlo, se siente bastante extraño esto de expresar sentimientos, y como era de esperarse el único que provoca esto en mi es Kah; quizás ayude bastante el hecho que es con quien más confianza tengo, más que un hermano inclusive.

-Si estás completamente seguro- susurro con voz queda, acercandome a su rostro para depositar un suave besito sobre sus labios y mirarlo fijamente, atento a cualquier gesto que me indique que debo detenerme. Mis movimientos comienzan lentos, saliendo casi por completo de su interior para volver a ingresar de la misma forma, llevando un ritmo desesperante a mi gusto, pero aún así intento disfrutarlo lo mayormente posible para no exigirle más de lo que su cuerpo me puede entregar- Mmhhh... Ahhh... Kah mhhhh...

Kad me acaricia el rostro, de una manera tan tierna que me sorprendo, el nunca ha sido tan ''expresivo'', es algo que compartimos en común, me besa y comienza a moverse a un ritmo lento, mi rostro ya no muestra dolor, solo un leve gesto de incomodidad, pero cede trayendo consigo un placer nunca antes percibido por mi cuerpo, se me eriza la piel al escucharlo gemir mi nombre, y un tono rojizo colorea mis mejillas, comenzando a gemir quedamente...

- ahhh.... ¡Kad!...- dejo escapar al sentir como da con un punto sensible- ahhh... más rápido...- digo desviando mi mirada, pues mi orgullo me calaba en esa situación.

Noto que ya sus facciones no expresan dolor, no demasiado al menos. Sonrío casi imperceptiblemente al verlo sonrojarse, no se ve para nada mal así, sino todo lo contrario, y me provoca bastante extrañeza, siempre mostrándose tan calmado, actuando como si nada le molestara o incomodara, el verlo ahora sonrojado es extraño, y más por estar haciendo esto, bueno es el único motivo que le encuentro al hecho de que se encuentre así; aunque si me pongo en su lugar, no me imagino estar haciendo de uke, definitivamente es un papel que no me va.

Al notar que voltea el rostro algo apenado lo tomo del mentón, volteándolo nuevamente para que me vea a los ojos, encontrándome co su bella mirada, depositando un besito en sus labios.

-Mírame... Kah... Quiero que me mires... mientras lo hacemos...- susurro con voz entrecortada entre suaves gemidos, demostrándole con mi mirada que se lo pido en verdad, mientras que haciendo caso a su pedido me muevo un poco más rápido, embistiendo más fuerte y profundamente.

Me toma del menton haciendo que lo mire, recibo un corto beso y escucho su petición acompañada de una mirada profunda, una petición verdadera.

- ahh... Esta...bien...-le respondo entrecortado, mirando su rostro, sus ojos claros, sus labios gruesos, y una perlas de sudor recorrer su piel, me es dificil mantenerle la mirada en la posición que me encuentro, nunca habria imaginado ser uke y menos de mi amigo...

Siento como incremente la velocidad, haciendome rasgullar el cielo, me enderezo en medio del placer, abrazandome del cuello de Kad, besandolo con pasión, gemidos salen de mi boca, muriendo en la del otro... echo mi cabeza hacia atras apartando mi cabello- ahhh... ¡Kad!... sigue...ahhh- no me reprimi más y exprese mi extasis, sin que ese maldito sonrrojo abandonara mi rostro.

-Gracias...- susurro entre sonoros jadeos, sintiendo el cielo al alcance de mi mano, nunca creí sentir tal placer con nadie, nunca imaginé experimentar sensaciones tan deliciosas como las que ahora me llenan cada partícula de mi ser, cada molécula, cada átomo. De morir en este preciso instante, moriría feliz, estando en su interior, escuchando los gemidos que me regala solo a mi en este momento, pues no son dirigidos a nadie más que a mi.

Sus brazos rodean mi cuello mientras me besa con pasión, como nunca antes, un beso que provoca una revolución en mis hormonas, mi cuerpo arde como el mismísimo infierno, calor que aumenta al ver sus acciones, es tan condenadamente sensual, una sensualidad que hasta creo es inocente, sería capaz de otorgarme el mejor orgasmo de mi vida quizás sin siquiera notarlo, uno de los motivos por que me gusta tanto supongo.

-Ahhh Kah... Te desea...ba tanto.... mhhh... ahh...- solo jadeos y gemidos salen de mis labios en este momento, estoy completamente extasiado; aumento más aun el ritmo a uno prácticamente desenfrenado, dejando que la pasión desborde como nunca, escuchando el sonido provocado por mis testículos al golpear su trasero, ya falta poco para terminar aunque quisiera estar así por siempre, sin detenerme jamás.

Sus palabras me sorprenden y me exitan más, si eso era posible, entra y sale de mi interior con frenesí, es el mejor sexo que he tenido en toda mi vida, incluso aun que yo no sea el que domine. Un fino hilito de saliva cae por la comisura de mis labios, dejandome encantar por el sin fin de sensaciones que me invaden, siento mi límite llegar... y creo que el suyo tampoco se encuentra muy lejano.

- ahhh... Kad... no puedo... más...- le aviso, pero solo hace una extraña expresión, y ni bien avisé siento el delicioso orgasmo invadir todo mi ser, me estremesco echando mi cabeza hacia atras- ahhhh...........- dejo escapar un profundo gemido, viniendome entre ambos cuerpos, me aferro a los hombros de Kad por un momento, sintiendo como mi amigo se viene dentro de mi, dejandome caer en el sofa, tomando aire.

Se me hace extraño el hecho de estar haciendo esto con Kah; es verdad que hace mucho tiempo que lo deseo, no me creo la capacidad de definir cuanto, pero el ver que ese deseo se ha vuelto realidad es... extraño creo que es la palabra exacta. No pierdo detalle alguno de sus expresiones, se ve tan bello, jamás había estado con nadie que se asemejara siquiera a él en este sentido, sus expresiones son las más dulces que jamás he visto; y soy el primero, ta vez no el único pero si el primero en enseñarle lo que es ser uke.

De repente le escucho advertir que ya está a punto de acabar; no llego siquiera a terminar de comprender cuando lo veo correrse entre ambos, manchándonos con su semilla a ambos. Las paredes internas se contraen dificultandome el movimiento, provocando que poco tiempo después lo acompañe al éxtasis, descargándome en su interior, marcándolo como mío, para al fin recostarme a su lado en el sofá, pudiendo descansar.

-Has sido maravilloso Kah... Fue extraño... pero increíble...

Acaricio con ternura sus cabellos un par de veces, llendo hasta su boca para besarlo, un suave roce para completar el acto, para sellar lo que ha ocurrido esta noche. Mientras lo abrazo, pienso en lo sucedido.

-Kah... Esto, ¿qué ha sido para ti?

Kad se recuesta junto a mi, abrazandome por la espalda, besandonos con ternura tras un momento tan lindo, me quedo escuchando el suave latir de su corazón, escuchando sus palabras.

- Sin Duda me regalaste un momento increible- le digo sonriendo, concuerdo en que fue algo extraño... tanto tiempo siendo amigos, mucho deseandolo, y cuando sucede, no puedo decir que lo esperaba. Escucho su pregunta.

- Pues, soy malo dandome a entender- le respondo con seriedad, pensando profundamente en lo sucedido- Sin duda un momento único que atesorare en mi memoria, una culminación del gran parecio que te profeso, no lo considero como cualquiera de mis encuentros, si es lo que preocupa, hace mucho tiempo que estas por encima de ellos- le digo suspirando- Un deseo de darte algo que en mi opinion mereces, una de las pocas de valor que aun conservaba... -le digo, siempre me ha parecido dificil expresar lo que siento, y ese momento no era la exepcion- Para mi ha sido, uno de los mejores momentos de mi vida- le aclaro cerrando los ojos, recargandome en su pecho, con una expresión llena de serenidad.

Presto atención a su respuesta, a cada palabra; uno de los mejores momentos de su vida, supongo que también puedo decir lo mismo, de momento ha sido uno de los mejores acontecimientos en mi vida, por no decir el único pues no tengo muchos momentos gratos para recordar. Una sonrisa se forma en mi rostro cuando me aclara que no fui solo "uno más", pero espero a que termine de expresarse para hablar.

-No es el hecho de si fui como los demás lo que me preocupaba, aunque tampoco diré que me hubiese agradado ser solo eso; es solo que quería conocer tu puto de vista sobre esto.

Lo abrazo contra mi cuerpo cuando lo siendo recostarse contra mí, supongo que puedo intentar se dulce por una vez, después de todo es Kah, estoy seguro de que lo que haga aquí, aquí quedará, que nadie sabrá que tengo mis momentos en que parezco alguien diferente, por denominarlo de alguna manera.

Me dejo abrazar, hace mucho tiempo que nadie me regala un gesto dulce, me prece raro de Kad, pero, es agradable, solo yo conosco estas facetas suyas, así como solo el conoce mis momentos frágiles, más alla de mi actitud cotidiana.

- Jum, bueno, lo tienes, y creo que eres con el unico que soy totalmente sincero- le digo con una leve sonrisa, recargandome en el- mm eres tan suave, que no quisiera levantarme- le digo cerrando los ojos un momento, disfrutando la compañia tan agradable, dejando mi responsibilidad de lado un momento.

Sonrío ante sus palabras, así que con los demás no es así de sinceo, no me extraña en lo absoluto, siempre ha cuidado bastante lo que dice y deja de decir a los demás, en cambio a mi siempre me ha ido de frente, expresándose con suma franqueza, el único trato que le permito hacia mi persona pues no admito que se me oculten cosas, principalmente actitudes o hecho de mi parte que llegan a ser molestos, ya que como todos tengo mis moentos en cometer tonterías. También me ha sido siempre franco respecto a sus sentimientos, aunque nunca me había dicho que también deseaba esto; he de admitir que eso no me molestó, tendrá sus razones para no haberlo hecho al igual que yo tuve las mías para tampoco confesar nada, pero supongo que muy en el interior ambos lo sabíamos, siempre hemos sabido lo que desea el contrario, determinados deseos al menos.

-También me agradas en este sentido Kah, no se me hace desagradable el roce con tu cuerpo, sino al contrario, es delicioso.

No voy a andar con vueltas, digo las cosas de una aunque suenen a veces crueles, o como en este caso desubicadas o muy directas, todo de acuerdo a como se lo toma quien lo escucha; esto es lo que me agrada de Kah, que me permite ser yo mismo, sin necesidad de esconder nada, sin necesidad de verme a mi mismo como un hipócrita, y disfruto de sus acciones, infantiles talvez; a mi lado saca el niño que nunca creció, sino que permanece latente, por lo general dormido.

Escucho sus palabras y sonrio quedamente, de esa manera tan caracteristica mia, tal vez, si en este momento alguien me viera no creeria que soy yo, pero, Kad no, él sabe como soy yo, mis matices y cambios, y todas las variaciones de mi temperamento.

- MMn, es bueno saberlo- digo recargandome un poco más en el y haciendo la cabeza hacia atras para mirarlo a los ojos- por que algo me dice que no sera la única noche en que no pueda "trabajar" por tu causa- le digo con una mirada brillante y una sonrisa de lado.

Entrecierro suavemente la mirada para observarlo al escucharle decir esas palabras, para luego devolver una sonrisa similar, bajando mi mano hacia su pecho para acariciarlo suavemente con la yema de uno de ellos, dibujando círculos en su piel, acariciando los suaves bellos que presenta la zona. Con esa misma mano elevo su rostro desde el mentón aún más, dejándolo en la posición perfecta para besarlo, lo que no me demoro en hacer volviendo a probar la calidez de sus labios como poco rato atrás lo he hecho, separándolo de mi solo cuando es necesario para respirar.

-Será todo un placer Kah, ya sabes que estoy para servirte, cuando me conviene al menos.

Delineo sus labios con mi índice mientras acentúo mi sonrisa, no era necesario que me lo guarde si ya sabe que no hago nada por lo que no vaya a sacar provecho, soy así y no puedo cambiar por lo que ni me gasto en intentarlo.

Dejo que me acaricie, correspondiendo a su beso con suavidad pero sin dejar de ponerle pasion, nos separamos cuando el aire es indispensable y embozo una sonrisa cinica.

- No esperaba otra respuesta viniendo de ti, Kad- le digo jalandole levemente un mechon de cabello mirandolo a los ojos fijamente sin dejar de sonreir- ¿para que hacer las cosas si no vas a ganar nada con ello? Es lo que te hace tan tú y una de las opiniones comunes que nos une a ambos y nos separa de los demas- digo robandole un beso corto y levantandome de mi comodidad.

- tengo la garganta seca- digo mirandolo de pie frente a él, la luz nocturna se refleja en mi piel y mi largo cabello cosquillea mis caderas, me dirijo a un minibar sacando un fuerte vino y siviendome en una copa- ¿te ofresco algo?- pregunto dando un sorbo a mi copa con lentitud, dejando a su sabor recorrer mi garganta.

Es verdad, eso es lo que nos une tanto, el hecho de ser iguales en ese sentido y por ende aceptar la opinión del contrario sin problemas ni tomando nada como una ofensa, pudiendo mostrarnos abiertamente al otro sin temor a ser recriminados u observados de malos modos, algo bastante difícil de conseguir ultimamente.

-Voy a comenzar a creer que me conoces más que yo mismo, chico malo. Aunque si lo analizamos bien quizás en verdad me conozcas más que yo mismo.

Pongo pose pensativa, intentando contener la risa con bastante éxito, tomándome por sorpresa el fugaz beso que me roba pero sin despreciarlo en lo absoluto, sino al contrario, y sonriendo de medio lado mientras lo veo a los ojos luego del mismo. Lo sigo con mi vista todo el camino que hace, sin perder el más mínimo detalle de su cuerpo desnudo, precioso a la vista y muy bien proporcionado, casi se podría decir que esculpido por los dioses.

-Me encantaría saber por qué tienes que ser tan condenadamente perfecto a simple vista. Siempre bebiendo esas mugres que lo único que hace es joderte por dentro, ya estoy cansado de decirte que eso te provocará una cirrosis hepática como no te imaginas, si hasta pareces un niño.

Ultimamente se lo digo más en tono de broma que otra cosa, resignado a que por más que lo regañe como a un crío no dejará de beber por ningún motivo, y ni que fuera su hermano mayor o su padre para quitarle la botella de la mano.

-No tienes remedio. Sabes que no bebo alcohol, pero si tienes jugo de limón puro en algún lado te acepto una copa.

-¿Malo? Si soy más bueno que el pan recién horneado- dije con sarcasmo- Y no creo conocerte mejor que tu mismo, pero si te veo de un ángulo diferente y tengo mi propia opinión- dije dándole un trago a mi copa, escuchando su “regaño”.

-No puedo responderte eso, no lo se por que yo no me considero perfecto- respondo con una sonrisa ladeada- No son mugres, Kad, y si lo son tienen un buen sabor… además… de algo tengo que morir algún día ¿No?- digo burlesco dándole otro trago a mi bebida, me agacho tomando una botellita cristalina con un liquido de un suave color verde, sirviéndolo en una copa-

-Tal vez tengas razón, soy un niño sin remedio- digo sacándole la lengua burlesco entregándole la copa y sentándome en el borde del sillón bebiendo de mi copa.

Sonrío de medio lado, con sorna, sin perderme ni una sola palabra; él es... es tan 'él', y eso es lo que me gusta tanto de su persona.

-Si Kah, eres tan bueno como yo... Pues si, puede que así sea, aunque de todos modos me conoces mucho, dudo que haya algo que no sepas de mi, bueno tal vez un par de cositas sin mucha importancia.

Dejo escapar una risilla traviesa, no se verá a él mismo perfecto de dientes para afuera quizás pero estoy seguro que por dentro si lo piensa, su sonrisa me lleva a creer eso al menos; lo que sinceramente no se es desde cuando me dedico a acariciar su ego, supongo que desde hoy.

-Pues, en verdad me gustaría que me duraras un poquito más cielo, ja de todos modos ya me resigné, se que no seré jamás de quitarte ese vicio como nadie podrá quitarme el mío.

Tomo la copa y bebo más de la mitad de una sola vez, cerrando los ojos mientras degusto el ácido sabor de la bebida, suspirando cuando ya casi no queda rastro de ella en mi boca y es entonces cuando vuelvo a abrir los ojos, centrándome nuevamente en su cuerpo, recorriendo travieso con uno de mis dedos gran parte del mismo, principalmente los alrededores del ombligo.

-¿Por qué recién hoy me has dado la oportunidad de verte así? ¿Por qué me haz hecho esperar tanto?

- No lo dudes ni un momento, lo que ignoro de ti son pequeñeses- le digo mientras echo hacia atras mi cabello- Tan bueno como tú... que halago- digo casi con solemnidad, bebiendo otro trago de mi copa.

- Hierba mala Nunca muere- digo sonriendo ante su resignación, vicios son eso... vicios, se arraigan en uno y no nos dejan- No te preocupes, durare lo suficiente para que todo mi cabello encanesca y mi atractivo se vaya- le digo suspirando, dejando que su deod pasee por mi cuerpo, sonriendo por su pregunta.

- Querido Kad, por una simple y sencilla razón- dije con seridad momentanea, para luego sonreir levemante con los ojos cerrados- nunca me lo habias pedido-

-Pues si, realmente cosas sin demasiada importancia, por no decir nada en verdad; todo lo que debes saber creo que lo sabes, y lo que creas no saber se que lo preguntarás así que no me hago problema por ello… ¿Qué quieres decir con eso?

Afilo mi mirada ante el tono que utilizó al final, sin terminar de comprender sus intenciones, más no digo nada y me dedico a terminar de un trago lo que restaba de sumo a la copa, tomando al instante la botella para volver a llenarla y beber de nuevo un largo trago, es uno de esos días en que me desespero si no conservo el sabor ácido en la garganta y eso me molesta aunque intento ocultarlo, consiguiéndolo bastante bien.

-Eso se dice… Aún falta bastante para eso, tienes varios años para disfrutar tu belleza aún, así que no haz de preocuparte, además tu atractivo no se compone solo de tu belleza física así que podrás pasarla bien mucho tiempo más aún.

Lo observo de reojo cuando responde a mi pregunta, una respuesta tan obvia y deducible razón por la cual no se me dio por considerarla; de todos modos supongo que el hecho de haber esperado tantos años este momento ayuda mucho a que las cosas se hayan dado como se dieron, o al menos es lo que me parece a mi.

-¿Y en adelante que sigue según tú? ¿Qué propones?

Veo como bebe el liquido con deleite, sintiendo ardor en la garganta con solo verlo.

- Ten por seguro que si alguna vez deseo saber algo, te lo preguntare- dije con una leve sonrisa maliciosa- y creo que disfrutare un rato más de mi belleza, aun que, creo que otros la disfrutan más que yo mismo-

Sonrio ante mis propias palabras, creo que no deberia ser tan sincero, pero no puedo evitarlo, siempre he sido así y no creo que a Kad le moleste despues de tanto tiempo, quizás algún dia me golpeen pero mientras tanto seguire siempre igual.

- ¿Sobre que aspecto? Pueden seguir muchas cosas- le digo levantando una ceja.

Solo dejo de beber cuando, muy a mi pesar, la botella queda vacía. Me quedo un momento viéndola, con aire resignado, para luego apoyarla nomas en el suelo y resignarme a que ya no queda.

-En eso se parecen la belleza y el jugo de limón, siempre es otro quien lo disfruta y siempre se termina.

Exclamo aún pensando en eso, para luego voltear a verlo, sonriendo levemente y poniéndome de pie, quedandome a su lado dejando entrever una sonrisa divertida.

-Disculpa. es que odio que lo que me gusta acabe. Cierto es que de tu belleza no serás directamente tu quien disfrute, pero si lo harás indirectamente ya que la misma tienta a ser tocada, acariciada, besada.

A cada palabra voy subiendo con mi mano por su pierna, torso, cuello, hasta llegar al rostro, acercándome para besarlo lentamente, separándome poco tiempo luego.

-Sobre esto... ¿Cómo queda? ¿Haremos como que no ha pasado nada y si te he visto no me acuerdo o qué? Por mí da igual, así que quiero saber que piensas.