Nadando un poco

Sin importarle recibir un castigo o no, había salido para pasear un rato; el día estaba demasiado bueno como para desperdiciarlo. Sus pasos lo llevaron hasta la laguna; ese era uno de sus lugares preferidos, le encantaba el brillo del sol del atardecer sobre las aguas cristalinas.

Llego hasta un pequeño puente de madera que ahí había, se acerco a la orilla y miro el agua a sus pies, después levando la vista para ver si alguien mas estaba en los alrededores, al no ver a nadie se saco los zapatos y remango sus pantalones para poder tocar el agua con sus pies sentándose en la orilla del puente.

Estuvo jugueteando con el agua fresca un rato, pero la tentación lo venció y se termino de quitar la ropa para meterse al agua.